martes, 15 de marzo de 2016

Me no entiende

Publicado originalmente en Enter.co

Mi cruzada por el buen uso del idioma terminó cuando algunas personas me preguntaron por qué se escribe “vamos a ver” y no “vamos haber”, porque una cosa es que suenen igual, pero otra es que la gente no entienda qué significa una expresión. Entonces me quedó claro que mis esfuerzos por enderezar lo que queda del español en el que se comunica la mayoría de mis contactos son tan inútiles como ya lo son también las tildes, los puntos, las comas… entender el significado de las palabras.

Y aunque el español que se usa en los medios de comunicación y algunos canales institucionales, comerciales o empresariales no ayuda mucho a renovar mis esperanzas, hay situaciones extremas que no puedo entender, aceptar ni digerir. Una de ellas es el uso de herramientas de traducción de calidad paupérrima.

Para la muestra debe haber millones de botones, pero creo que este basta: “5.8 Doodle es hacia fuera, aquí están las notas: – Cepillo de aire nuevo y disfrutar las herramientas pincel forma/3D, agregó. – Dibujar herramientas pueden solicitarse nuevamente por mucho tiempo tocando el icono de las herramientas en la vista de herramientas de dibujo – Fijar relleno herramienta borde purga apagando borde liso por defecto – Todas las herramientas de dibujo tienen un zoom / escuchar que puede activarse golpeando y tenencia. Herramienta tijeras tiene ahora una opción recorte (una vez que traza su camino, solo toque)”. 


Las instrucciones para manejar mi lavadora no son muy diferentes. Termina uno leyendo la versión en inglés, que se entiende más que esos enredos que arma el software de traducción.

Claro, de mi primer texto traducido en Google Translate hace algunos años a lo que hace esta herramienta en la actualidad hay una diferencia grande. Y mientras fue gratis, traduje algunos documentos con la versión avanzada por la que ahora cobran, y debo confesar que los resultados me sorprendieron de forma positiva. Pero todavía es necesario revisar y hacer ajustes; siempre será necesario.

Pero no sé qué herramientas son las que usan en las tiendas de aplicaciones, en la fábrica de lavadoras –y otras herramientas– y en las redes sociales, que realmente produce pena ajena pensar que pagan por… mentira: la verdad es que daría pena ajena incluso si fueran gratuitas.  

“Buena suerte a ciro guerra al oscar es domingo con su ‘abrazar la serpiente’”, reza la mala traducción de un texto que tendría que llenar de sic, si no bastara con uno solo que la cubriera de principio a fin. “Esa es una gran buscando monstruo”, afirma otra desafortunada traducción que encontré en Facebook, que en su original hace referencia a un monstruo muy bien parecido.

Siempre he criticado por mediocre el argumento de quienes dicen “pero me entendió, ¿cierto?”; pero es que en el mundo de las traducciones ya ni siquiera esa frase funciona, porque los resultados no se entienden.

Y bueno… la verdad es que siento que acabo de perder el tiempo que empleé escribiendo esta columna, porque al final de cuentas, el día que renuncié a mi cruzada por el buen uso del idioma, también lo hice porque a nadie le importa; porque lo que la gente dice o escribe originalmente en español ya está lo suficientemente mal, como para esperar que un aparato haga una traducción decente.