Publicado originalmente en Enter.co
Mientras escribo
esta columna, están repitiendo por enésima vez el capítulo de Los Simpson en el
que se burlan de Apple y de la cultura alrededor de sus productos. En la serie,
la marca es Mapple, algunos de sus productos son el MyPod y el MyPhone, y
el logo de la compañía es una manzana mordida por ambos lados, no solamente por
el derecho...
Hace algunos
años, este capítulo me hacía reír mucho. Entonces era un defensor incondicional
de Microsoft y su sistema operativo Windows, lo que no quería decir que fuera
enemigo de Apple, su sistema operativo Mac OS y sus otras líneas de productos.
Simplemente,
pensaba que si uno había crecido con Windows, quizá no tenía motivos para
querer cambiar de sistema, menos en un mundo con pruebas de desempeño similares
para aplicaciones en ambas plataformas, en el que Apple había optado por los procesadores
de Intel y en el que conozco personas que ejecutan aplicaciones antes 'reservadas'
para Mac en PC con el sistema de Microsoft.
Y he de confesar
que el empujón más reciente hacia el mundo de la manzana me lo dio Windows 8,
un sistema operativo que me parece espectacular en las tabletas, cuya versión
'hermana' para los teléfonos inteligentes me descrestó en 20 minutos de uso,
pero que en el mundo de los computadores de escritorio y portátiles me dejó
cierto sinsabor.
No, no fue la
ausencia del botón Inicio. Fue esa brincadera entre una interfaz y otra, según
si el programa que estaba utilizando estaba diseñado o no para la nueva
apariencia del sistema, principalmente. Espero que los ajustes que Microsoft
planea incluir antes de que finalice este año (2013) solucionen ese problema, porque
sigo pensando que
Windows es realmente bueno; en especial Windows 8, sin los vestigios de la
versión anterior.
Mientras eso
pasaba, la vivencia en el mundo Mac comenzó a convertirse en una experiencia
cada vez más agradable. Sobre todo, cuando compré Microsoft Office para este
sistema operativo, que encuentro mucho más agradable que en su mundo original.
No me pidan
argumentos técnicos para preferir un Mac sobre un PC... No los tengo. Pero, qué
le vamos a hacer: ahora me gusta más el Mac. Y no porque no se me haya
bloqueado o porque todo en el reino de la manzana sea perfecto. Eso de que el
Mac no falla es un mito, y puedo decirlo con conocimiento de causa. Tal vez por
eso tampoco me incomoda tener que usar un PC con Windows 7 en la oficina. Creo
que los dos sistemas y yo aprendimos a convivir pacíficamente.
Afortunadamente
no he caído en conductas extremistas, y así como siendo usuario de Windows
defendía la plataforma sin atacar a Mac, hoy, parado en la orilla de Mac,
entiendo más la devoción de sus usuarios, sin necesidad de atacar a Windows.
Y hoy, cuando veo el capítulo de Los Simpson en el que ridiculizan a Apple, ya no me burlo... Solamente sonrío un poco.
Y hoy, cuando veo el capítulo de Los Simpson en el que ridiculizan a Apple, ya no me burlo... Solamente sonrío un poco.